La redención de la sangre

Manos de sangre.
Sangre impregnada de imágenes,
de recuerdos de un futuro
que ya no existe.
Cruces góticas pendiendo
de las venas de uno.
El peso del tiempo
sobre los hombros del otro.
Ambos buscando ese abrazo
y sin querer manchar a nadie.

Pero ya vuelve a fluir la sangre,
las heridas ya se curan,
y cuando llegue la hora de cerrarlas
las coseremos entre ellas,
las tuyas y las mías.
Para no volver a sufrir
y no volver a sangrar.
El tiempo ya no nos corroe,
el tiempo nos unirá.

Jose Luis Muñoz

Escrito en mayo de 2011. Formando conjunto con el anterior, este escrito habla de cómo todas las heridas acaban cicatrizando, y cómo siempre aparece alguien dispuesto a cerrarlas totalmente. Aquí se radicaliza el cambio de actitud visto en el poema anterior.